Icono "Serafín de Sarov alimenta al oso" Carretera

El icono en el árbol del trabajo hecho a mano "Serafim Sarovsky alimenta el oso" es Creado por la tecnología de autor de nuestro taller.
La base de los iconos natural, tablero de madera y levkas.
La imagen es de un modo especial manteniendo el brillo y la saturación de la pintura.
Icono pequeño tamaño 10*8 cm. Es conveniente llevarlo a la carretera.
Bajo pedido se puede fabricar iconos en otro tamaño.
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La historia de los iconos : Una monja llegó a santo serafín y vio que él se sienta cerca de su celda en la obrubke árbol, y junto a él un enorme oso. Ella y obmerla de miedo y gritó a toda voz: - el padre! La muerte de mi!- y cayó. El viejo serafín, al oír su voz, golpeó el oso ligeramente y saludó con la mano. Entonces el oso, como razonable, ha ido en seguida en aquella parte, donde mostró sobre. Serafín, en la densidad del bosque. La monja, viendo todo esto, temblaba de terror. El viejo serafín se acercó a ella y dijo: - Ni desmayes, no te desanimes por los!- Todavía siguió gritando: - Oh, mi muerte!- A esto respondió el anciano: - No, madre, no la muerte, y muerte de ti lejos. Y es una alegría!- Y luego se la llevó a la misma baraja, en la que estaba antes. Después de la oración, él le hizo una monja en un mazo de cartas y se ha sentado. No consiguieron sentarse, como si de repente el mismo oso salió de la espesura del bosque, se acercó a san. Serafín y se acostó a sus pies. La monja, al ver esa terrible bestia cerca, fue primero en el gran miedo y temblando,. El padre serafín hablado con él sin temor, como con dulce el cordero, y comenzó a darle de comer de sus manos el pan. Entonces la monja se convirtió poco a poco priobodryatsya. La cara del gran viejo es especialmente en este tiempo maravilloso. Era claro como el de un ángel, y con alegría.
Por último, cuando una monja totalmente relajados, y el viejo skormil casi todo su pan, él le ha dado la pieza restante y mandó dar de comer a un oso. Pero ella dijo: - Me temo, padre: él y me la mano otest!- El viejo serafín miró, sonrió y dijo: - No, madre, cree que él no otest de tu mano.- Entonces ella tomó presentada por el pan y el skormila todo con tal alegría, que desearía aún de darle de comer, porque la bestia estaba con ella manso, por las oraciones del santo.