La esponja de celulosa es ideal para una limpieza suave y suave de la piel facial. No lastimar ni estirar la piel, lavar bien las máscaras.
Da muy buena espuma elástica y lo suficientemente fina que es ideal para el lavado.
Método de aplicación: remojar la esponja con agua tibia; aplicar un limpiador o un exfoliante facial; masajear la piel con movimientos circulares fáciles; enjuagar la cara con agua tibia.
Después del uso, enjuague bien con agua limpia o con detergente, seque.
Cambie las esponjas una vez cada dos o tres meses, dependiendo de la intensidad del uso.